En la oscuridad de la soledad nace un sentimiento de luz
que llega con hilos invisibles hasta un rincón del pensamiento
donde la memoria desea habitar.
Y es ahí, en la soledad de la memoria, que se hace jirones la vida.
Esencia impregnada y penetrante. Destello que raya en lo imposible…
¡Ay, lo posible que es lo imposible!
Etéreo, sutil…, resulta casi utópico percibir.
Y muero.
Y muere lentamente la luz de mi clausura conmigo
y los jirones del Alma vuelven a entender
entre lamentos desahuciados
el desamparo de mi yo,
y al de mi soledad conmigo.
Ana Lesman
Ana Lesman: Logras mucha intensidad. Con “Desahucio de Alma” me duele un alma lacerada pero sin miedo. ¡Adelante con sus versos! H.C.
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El único miedo en mí sería no poder escribir.
Gracias Humberto.
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Ana : Tus poemas generan lectores adictivos a tus versos intensos…intensos…
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Gracias Humberto. La que escribe es el alma, y mis manos lo único que hacen es plasmar sus palabras.
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